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Libertad de expresión y libertad de prensa

 "No le importó que su distrito [...]. Amigo de Castillo."

Esto es lo que afirma un periodista públicamente y en funciones. ¿Es también psicólogo? ¿Será fiscal con pruebas de médico legista?

No puedo dejar de contar, como ciudadana común y corriente y harta, pero también como profesora de derechos culturales y como investigadora de la memoria colectiva peruana, que hace un par de días, para no variar, un reportero fiscalizaba a un conductor de una empresa. Este se estrelló contra un puente en el óvalo de Higuereta. Pero esta publicación no se trata del accidente.

El reportero, como demasiados, se pasó todo el segmento sindicando e increpando a otro miembro de esa empresa que llegó a ver el asunto. Era evidente que había responsabilidad del conductor por los resultados, pero, ¿hasta cuándo estos comunicadores van a publicitarse en el rol de fiscales, jueces y verdugos en el espacio de comunicación nacional que deben honrar? 

Tal como vienen haciendo al propalar homogéneamente información de manera subjetiva, dañan más todo el muy precario y reducido sistema democrático del Perú, quizá más aún que los funcionarios inútiles que haya, o que algunos científicos sociales subjetivistas (!) sin mucha facilidad para expresarse y explicar cosas con claridad y concresión en medios.

Con todo esto, no es posible obviar la persecución a comunicadores por parte de tiranos de todo el mundo. Entonces, también es urgente que el gremio empiece de una vez a resolver con justicia casos de miembros que con su obra, cara y firma no ayudan mucho al bienestar de sus compañeros de profesión ante y por tiranos, atacados, muertos, heridos o presos. Es decir, tienen que ocuparse y preocuparse de que el colegio de periodistas funcione como debe de una vez por todas para que se activen sus comisiones de ética y de capacitaciones.

El periodismo no es chisme de ignorantes a gritos, es una profesión fundamental para la población que debe ser realmente profesional, ético y objetivo. Si es que de verdad a sus representantes les interesa la democracia como fondo y no sólo como palabreja vacía y de moda.

Un periodista en la dimensión profesional no tiene que exponer quién le cae bien o mal, si debería ser condenado o absuelto, ni a asegurar motivaciones psíquicas ni sociales de ese alguien sin pruebas. Un periodista en la dimensión profesional tiene el deber de informarse e informar.

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