El progreso no es cemento, no es oro, no es camionetón nuevo de plástico, no es dinero de plástico para pagar en cuotas más extensas que lo que duran esas nuevas propiedades que no son propias (sino en la ilusión) gracias a créditos de dinero ficticio. El progreso está en respetar y conservar nuestra memoria, celebrar y admirar nuestras tradiciones y nuestras costumbres, es identificarnos con el compatriota, y por último, es dar la bienvenida al extranjero a que amplíe sus horizontes entre nosotros y nos conozca con nuestra historia y nuestras ganas de hacer futuro, hoy. Convocatoria nacional de casos de atentados contra nuestro patrimonio (hasta el miércoles 30 de noviembre del 2011).
Ciudadanía y Derechos Culturales