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Salvemos el Centro Histórico de Lima: Protocolo de respuesta a desastres y siniestros en Patrimonio Cultural Inmueble

El centro histórico de Lima, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, viene sufriendo un proceso de deformación más veloz en los últimos meses, principalmente por acción del hombre y en segundo lugar por causas naturales. La mayoría de eventos han sido incendios en monumentos y, luego, el desborde del río Huaycoloro, el cual llegó hace pocos días a inundar parte del distrito del Rímac, a espaldas de Palacio de Gobierno y la Plaza Mayor.

Icomos Perú y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería pidieron en conferencia de prensa, el 6 de enero, la declaración de emergencia de la ciudad histórica a fin de acelerar procesos de gestión del patrimonio, puesto que sin una gestión adecuada inmediata, multisectorial y multidisciplinaria, en calidad de emergencia, y sin considerar no solo el alto valor de nuestro patrimonio cultural inmueble, se está sometiendo más al peligro a las personas que usan diariamente el sitio patrimonial, ya sea como lugar de residencia, de trabajo o de tránsito. El centro histórico de Lima tiene aproximadamente trescientos mil habitantes: en peligro, y carga la memoria de todo un pueblo multicultural. Es decir, contiene posibilidades de futuro, desarrollo y de cohesión social a partir de la identificación de la población con su patrimonio, su tierra y entre sí.

Pero en el 2016 también hubo otro siniestro que sí ha sido atendido: el incendio de la iglesia de San Sebastián en Cusco.

A partir de ese triste incendio en Cusco, que se llevó parte de nuestra historia, se hizo urgente la necesidad de contar con un protocolo de respuesta a desastres y siniestros en patrimonio cultural inmueble.

Volviendo a Lima, para el incendio del 1 de enero del 2017 en uno de los ocho edificios de la emblemática Plaza Dos de Mayo (el segundo incendio en dos años), uno de los funcionarios de la Municipalidad Metropolitana de Lima dijo que el agua empleada por los bomberos había dañado tanto o más las estructuras del edificio, que inmediatamente fue declarado inhabitable por la municipalidad de Lima. Y ahí quedó todo. Casi toda la infraestructura civil de la ciudad es irregular, desde las construcciones nuevas hasta las instalaciones eléctricas y sanitarias en edificaciones antiguas, y Defensa Civil y el Ministerio de Cultura, al parecer, no pueden cumplir aun con corregir estas fallas que atentan contra la vida y contra la memoria.

El centro histórico necesita urgentemente un plan de manejo y ese plan debe incluir necesariamente un protocolo de respuesta a desastres y siniestros. Y lo mismo debe replicarse en cada centro histórico del Perú.

Sin embargo, no se está descubriendo la pólvora, simplemente tiene que diseñarse, incluirse en la Ley General de Patrimonio y aplicarse. De hecho el Ministerio de Cultura, por presión de la sociedad civil, está formando un Grupo de Trabajo con la Municipalidad de Lima, Municipalidad del Rímac, Icomos Perú, Unesco Lima, Colegio de Arquitectos, INDECI, CENEPRED y con activistas de patrimonio inmueble, en el que se tendrá que desarrollar este punto.

La Unesco publicó en el 2014 un manual para enfrentar estos casos de forma planificada.


Y aquí les dejo un adelanto:



¿Cuáles son los principales objetivos del Manual de referencia?

  • Ayudar a los administradores y a las autoridades encargadas de la gestión de bienes del Patrimonio Mundial natural y cultural a reducir los riesgos que corren esos bienes debido a los desastres tanto naturales o provocados por los seres humanos, tal como enfatizó el Comité del Patrimonio Mundial en su sesión de 2006 (UNESCO/WHC, 2006, sección A.5, párr. 19).
  • Exponer los principios fundamentales de la gestión de los riesgos de desastres (GRD) para el patrimonio y ofrecer una metodología para identificar, evaluar y mitigar los riesgos de desastre.
  • Explicar la forma de preparar un plan basado en esta metodología.
  • Demostrar que el patrimonio puede desempeñar un papel positivo en la reducción de los riesgos relacionados con los desastres y de ese modo, servir para justificar la conservación de los bienes del Patrimonio Mundial.
  • Sugerir la manera para lograr una integración de los planes de GRD con los planes
  • y estrategias de gestión de los riesgos en el ámbito nacional y regional.


¿A qué público se dirige el Manual?
El Manual está principalmente dirigido a los administradores de sitios, a los equipos de gestión y a las agencias y organizaciones que están directamente interesados en la gestión de bienes del patrimonio.

¿Qué principios fundamentales de la gestión del riesgo de desastres se aplican al patrimonio?
La GRD tiene por objeto evitar o reducir los efectos negativos de los desastres en los bienes del Patrimonio Mundial, en particular, reducir los riesgos para los valores patrimoniales característicos del sitio (autenticidad y/o integridad y sostenibilidad), pero también vidas humanas, los bienes materiales y los medios de sustento.
Los valores en los que se basó la inscripción del bien en la Lista del Patrimonio Mundial deberían ser el fundamento de todos los demás planes y actividades. De ese modo se reducirá la posibilidad de que las actividades de respuesta en una situación de emergencia y durante la recuperación tengan consecuencias negativas imprevistas para el bien.

Una lectura imprescindible para acciones impostergables.

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