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¿Porqué se convoca a la Marcha #ReaccionaLima?

Desde marzo del 2015 varios ciudadanos y colectivos nos hemos tenido que ir organizando para defender nuestro Derecho a la ciudad y luchar contra la corrupción (e investigarla) que se está dando en la Municipalidad de Lima.

Una de las primeras manifestaciones de esa corrupción fue anterior a esta tercera gestión del señor Luis Castañeda Lossio y fue la del caso Comunicore, caso del cual salió curiosamente bien librado, por ahora. La siguiente se manifestó ya en su tercer gobierno (2015-2019) a través del "proyecto" del by-pass 28 de julio (un proyecto fue presentado por la municipalidad al Ministerio de Economía y otro distinto al Ministerio de Transportes, por lo tanto, no se sabe cuál es el que se ejecuta). Para ejecutar el by-pass de 28 de julio la municipalidad tomó el fideicomiso de otro proyecto que favorecía simultáneamente a la ciudad de Lima, cuyo centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad, ciudad carente de áreas verdes y de un río Rímac limpio, y a los vecinos de Cantagallo (ciudadanos peruanos que se asentaron en el distrito del Rímac desde hace aproximadamente veinte años y que hasta el día de hoy no cuentan con vivienda digna ni servicios básicos): el proyecto Río Verde (cuya existencia data de hace casi treinta años y hasta la fecha no ha podido ser ejecutado pero iría a serlo con ese fideicomiso). A los ciudadanos shipibos se les ha afectado muy gravemente con estos últimos hechos.

Saltándome toda la historia porque, luego de una lucha continua, por fin es de acceso público masivo: el by-pass de 28 de julio cuesta USD 81 millones y comprobadamente no sirve para nada e, incluso, tiene un déficit de USD 16 millones. El fideicomiso de Río Verde era de USD 74 millones (el cual se tomó para el by-pass 28). Las cifras de por sí, como ven, son extremadamente escandalosas (el puente "mellizo" Villena, hecho por la municipalidad de Miraflores, costó PEN 20 millones).

Pero como acá siempre puede ser peor, el proyecto del by-pass 28 está siendo realizado por la empresa brasileña OAS, la misma que está siendo investigada como parte del caso de corrupción LAVA JATO de Brasil, investigación que ha puesto en prisión al presidente de esta compañía bajo una condena de dieciséis años. Encima, ese presidente de OAS, antes de ser apresado, cuando Luis Castañeda aun no era alcalde, estuvo negociando con una representante del hoy alcalde, la obstaculización del proyecto Río Verde, el cual debería haber sido firmado con la gestión municipal de Susana Villarán.

Para acabar con esta historia que ya alcanzó clave de verdadero drama, resulta que los beneficiarios directos del proyecto Río Verde, que son los ciudadanos shipibo-konibos, iban a ser reubicados al amparo de ese proyecto; en lo que se atrasó la reubicación, la madrugada del viernes 04 de noviembre de este año, fueron víctimas de un incendio que acabó con su asentamiento (y tiene como víctima grave a un niño de 11 años con quemaduras al 55%, en el Hospital del Niño de San Borja). Los ciudadanos shipibo-konibos (aproximadamente 2000 personas) deberían haber sido reubicados en un terreno de Campoy que fue adquirido para ellos durante la gestión de Villarán. Esa reubicación no se dio porque la Municipalidad de Lima, ya con Castañeda como alcalde, otra vez, decidió vender el terreno para que entre plata al proyecto del by-pass de 28 de julio.

Si no has entendido nada de la historia porque es más rayada que papel milimetrado, seguramente podrás entender fácilmente lo que significa que ahora el señor Castañeda pretenda ejecutar 18 proyectos de pasos a desnivel en toda Lima metropolitana, infraestructura obsoleta a nivel mundial (ad-portas de los juegos Panamericanos 2019 que se realizarán en Lima y del Bicentenario de Independencia del Perú), lo cual no mejorará la situación de nuestra movilidad motorizada ni peatonal ni ciclística en el espacio público, calles ni avenidas sino que además la empeorará, se reducirán más áreas verdes (Lima tiene aproximadamente dos metros cuadrados de áreas verdes por cabeza cuando debería tener por lo menos ocho por cabeza, según la OMS), la seguridad ciudadana se verá más afectada por la generación de espacios residuales (esos puntos en la vía pública que evitamos porque son oscuros, estrechos y abandonados como por ejemplo en zonas altas de la también obsoleta vía expresa que conecta Barranco con el centro de Lima) y el tráfico de vehículos privados será más denso, desordenado y peligroso al no contarse con servicios de transporte masivo sostenible ni infraestructura vial de diseño actual, proceso también, otra vez, entorpecido por la gestión Castañeda.

La idea de hacer estos 18 baipases en Lima ha provocado que el alcalde de San Isidro se oponga férreamente a las intenciones de la gestión de Castañeda, pues se surcarían arterias importantes de ese distrito: zanjones-embudos.

Para estos pasos a desnivel ya se ha talado árboles en la Av. Benavides a la altura de la Av. Caminos del Inca, lo cual afectará la calidad del aire de esa zona, que da la casualidad que es el que respiran los ciudadanos. (Para el by-pass 28 se talaron aproximadamente 80 árboles añejos)

En resumen, todo eso tiene un nombre y se llama Corrupción. Y la corrupción se viraliza y mata, ya sea de inmediato o progresivamente.

Para que nuestra ciudad sea una ciudad habitable y transitable, donde podamos convivir y movilizarnos con seguridad, se tiene que pensar en que sea más humana, hecha para las personas, y eso significa que debe ser planificada y para los procesos se debe respetar las normas establecidas, sin traficar influencias y sin festinar trámites. Y, por supuesto, nos tienen que escuchar porque tenemos derecho de participar de la construcción de nuestra ciudad.

Por eso este miércoles 16 de noviembre, nuevamente marcharemos y exigiremos #ReaccionaLima y #HablaCastañeda, por nuestro Derecho a la Ciudad y por una verdadera Lucha Anticorrupción.

Evento: https://t.co/r3YV90KxpK

Video de la #MarchaPorLima del 08 de mayo del 2015, convocada por la UDEAL - Unión de Estudiantes de Arquitectura de Lima.

Bonus:

2009: Alcalde Castañeda y LAMSAC firman el contratro para iniciar el proyecto Línea Amarilla.
2013: Alcaldesa Villarán firma una modificación (adenda) con LAMSAC para incluir el proyecto Río Verde, y con esto, un terreno para reubicar a la comunidad Shipibo-Koniba.
2014: En la gestión Villarán se compra un terreno de más de siete mil metros cuadrados en Campoy para construir el Complejo Habitacional Shipibo-Konibo.
2015: En la gestión Castañeda se firma otra modificación con LAMSAC para vender el terreno.
Llamado de Proética
Video del retiro de tanques de combustible por OAS durante obras en el by-pass de 28 de Julio:

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