El
pasado lunes 05 de marzo, un asesor legal del Frente de defensa de Puruchuco,
V. T., y la gestora cultural y defensora de patrimonio cultural, A. V. V.
tuvieron una reunión de trabajo con Clide Valladolid, Directora del Museo de
Sitio de Puruchuco. En esa reunión fueron informados de que, desde los últimos
días de febrero, han estado llegando al
Santuario de Puruchuco -por el lado en que termina Javier Prado- personas
desconocidas y resguardadas por policías. Estas personas han estado tomando
medidas del área en donde se supone que se ampliará la Prolongación Javier
Prado. Este acto es una irrupción no autorizada, pues, esas personas desconocidas
acompañadas por policías no informaron ni pidieron autorización a la Directora
del Museo de Sitio. Vigilantes del santuario trataron sin éxito de impedir irrupción
en el complejo Puruchuco. Policías contra vigilantes.
Es
de conocimiento público que el Ministerio de Cultura se ha pronunciado contra
la ampliación de la Prolongación Javier Prado
si esta atraviesa a tajo abierto el cerro que es parte del complejo
arqueológico Puruchuco, lugar donde se
encuentran restos arqueológicos no investigados.
Se
sabe que el proyecto que se ejecutaría, entonces, sería el de construir dos túneles: uno de ida
y otro de vuelta, pero estos deberán ser subterráneos; de ningún modo a nivel
del suelo (que es la propuesta de la autoridad edil de Ate y que suena a burla
para todos los peruanos).
¿Qué
sucederá en los próximos días? Mentiras constantes, manipulación de
información, “portátil” sustentada en clientelaje, puesto que esos han sido los
recursos utilizados por la autoridad edil de Ate para intentar imponer su
propuesta de destruir la zona arqueológica, obra cuyo principal beneficiario
sería el Centro Comercial Real Plaza de inversionistas privados que ya tiene el
terreno listo para levantar su edificio. A partir de datos públicos sobre la calidad
ética del alcalde, de la evidencia de su irrespeto hacia la institución que
cautela la cultura de nuestro país y, conociendo que las penas por destruir
patrimonio cultural son muy leves, el temor fundado
es que el alcalde opte por invadir y destruir el santuario, para hacer
prevalecer como hecho consumado su destructiva visión del patrimonio cultural.
Al irrespetuoso
e impune actuar de la autoridad edil de Ate se suma el silencio cómplice de la Municipalidad
Metropolitana de Lima.
Silencio
que, al buscarle una explicación, nos encontramos con el hecho de que Pedro Pablo
Alayza, Sub Gerente de Cultura de la MML, declaró el año pasado que “¿si ya se
tumbaron una pirámide de Egipto, cuál es el problema con Puruchuco?” (Entrevista
de Efraín Trelles en RPP). La Municipalidad Metropolitana no ha tenido ninguna
comunicación con Clide Valladolid. Y esto no es nuevo y, por supuesto, sí es
penoso.
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