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"De cultura nadie se muere"

¿Cómo que de "cultura" nadie se muere?

Efectivamente, no se muere uno. Mueren miles y millones de personas con sus formas de vida. Aquellas personas y vidas llenas de símbolos que, entonces, encuentran obstáculos para ser transmitidos de generación en generación. De pueblo en pueblo. De turista en turista.

Y lo dejo ahí, porque, queridos funcionarios del Ministerio de Economía: precisamente lo único que nos dá qué comer, como peruanos, o sea, cómo seguir viviendo con miras a una vida digna, aún, solo lo provee el turismo. El turismo culinario, el turismo arqueológico, el turismo vivencial, el turismo recreativo, etc., o sea señores: el turismo cultural que todavía solamente lo pueden realizar los que no viven acá en Perú. Porque a los peruanos se les hace creer, que de cultura, nadie se muere.

De cultura nadie se muere.

Claro, a los hijos de aquellos funcionarios del Ministerio de Economía, seguramente no se los llevan de viaje o no les compran libros o no los mandan al colegio o a la universidad. Seguramente sus hijos no saben que son descendientes de peruanos nacidos de una mezcolanza riquísima de formas de vida. Formas de vida, o sea personas y pueblos que hace, más o menos diez mil años, se asentaron en un territorio, domesticaron hasta hoy flora y fauna, construyeron desarrollando tecnología arquitectónica e ingeniería antisísmica, edificios de vivienda y edificios públicos que hoy son nuestro patrimonio cultural, nuestra memoria. Sus hijos no saben que esos antepasados de hace casi diez mil años, lograron una biodiversidad tan grande, que somos no solo la despensa del mundo, sino que además, comemos rico, y el mundo: sí lo sabe. Sus hijos no saben que sus antepasados, desde hace casi diez mil años, llegaron a trabajar los metales con una destreza y una belleza que enorgullece y que permitió, por ejemplo, que la Universidad de Yale se quedara con joyas nuestras durante diez décadas, y que se resistieron fuertemente a devolver.

Señores funcionarios del Ministerio de Economía, que consideran la cultura como una patología benigna: el trabajo (la tecnología) de los metales y minerales, que se perfeccionó durante siglos por peruanos originarios y por peruanos mestizos, es la minería que hoy le damos al mundo, que de ella bien que mal, también vivimos. Cultura metalúrgica, química, física, mineralogía. Investigación, extracción y comercio. Tecnología. Cultura. Plata. Money. Geld.

Les aseguro a quienes crean que "de cultura nadie se muere", que la muerte del cuerpo es la que menos vale mientras se está vivo y se tiene que convivir en paz con 29 millones de personas, sumado al resto del mundo. Por supuesto.

La cultura es lo único que, primero, nos provee de experiencia, de recuerdos, de historia, de pasado. De memoria. ¿Y para qué sirve la memoria distinguidos padres de la Patria con la billetera grande? Para no cometer los mismos errores ni sufrir gravedades, dos veces por la misma cosa. Sirve en segundo lugar, para compartirla con el mundo próximo y con el lejano (el extranjero), que es el que paga por ver. Y de eso vivimos, señores: De Cultura.

AVVZ




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