Ir al contenido principal

Artículo de Mauricio Delfín sobre las primeras movidas de nuestro recién nacido, Ministerio de Cultura. Observando y criticando para ir creciendo (bien). Tema: Comunicación clara y oportuna.

Extraído del blog de CULTURAPERU.ORG




Enviado por culturaperusic el Jueves 21/10/2010 - 11:50am. 

"La cultura es comunicación”. Dr. Juan Ossio Acuña, en primeras declaraciones a la prensa luego de ser elegido primer Ministro de Cultura del Perú.

Durante las primeras semanas de existencia del Ministerio de Cultura en el Perú se han dado algunas situaciones sobre las que creemos conveniente detenernos. Estas nos permiten reflexionar sobre las limitaciones y oportunidades que como sector cultural enfrentamos. Además, nos permiten aprender algunas lecciones.

Partimos de una lógica que considera que las políticas culturales no son tarea solo del Estado/gobierno, sino también de las instituciones privadas (con y sin fines de lucro) y las personas. Es en ese espíritu que creemos conveniente analizar críticamente ciertos episodios y sucesos puntuales, para sugerir  direcciones alternativas y complementarias a tomar en la evolución de la nueva institucionalidad cultural que implica la aparición de un nuevo Ministerio como el de Cultura.

Escuelas de arte y las políticas de formación artística

El episodio que recibió más atención en las semanas posteriores a la creación del Ministerio de Cultura fue la desaprobación y protestas que se desencadenaron en respuesta al Decreto Supremo 001-2010-MC que “fusionaba por absorción” a las cinco escuelas nacionales de arte.

Tanto las marchas estudiantiles, las sospechas sobre supuestas intenciones del nuevo Ministerio por apropiarse del escaso presupuesto de estas instituciones y el mal sabor que dejó este episodio en el sector cultural y las sociedad en general, pudieron haber sido evitadas. Para esto hubiera sido suficiente con tomar en cuenta la autonomía (oficial) de las escuelas, además de someter esta iniciativa al debate y discusión de sus representantes académicos, por ejemplo. Inmediatamente las repercusiones de “fusionar por absorción” hubieran saltado a la luz y toda “confusión” sobre las intenciones detrás de la absorción hubiera sido evitada.

A partir de este episodio queda en duda, lamentablemente, la capacidad del Ministerio de Cultura para avanzar cuidadosamente, desde la comunicación y el consenso. Pero equivocarse está permitido, así como corregir decretos y modificar estrategias. Quedaron visibles, aunque en menor medida, las carencias presupuestarias y la vulnerabilidad institucional de las escuelas, las mismas que continúan en el mismo estado crítico, más allá del Decreto Supremo 002-2010-MC que corrigió, luego de varios días, la errada absorción.

Con este episodio algunos congresistas contrarios a la absorción gozaron de relativa atención (¿estarán también a favor de incrementar el presupuesto a las escuelas?), pero sobre todo se generó una red de apoyo muy importante articulada a partir de la preocupación por la “destrucción de las escuelas de arte”. 1000 firmas virtuales en una petición del Conservatorio y 10,000 fans en Facebook más tarde, los estudiantes de las escuelas de arte, con una capacidad notable para movilizar y atraer la atención de los medios de comunicación a punta de vigilias y marchas, se encuentran en una posición invalorable para sostener y fortalecer un verdadero movimiento estudiantil y ciudadano a favor ya no solo de las escuelas de arte, sino de la formación artística en el país. Es necesario recalcar que las escuelas no tienen un presupuesto mínimamente adecuado para funcionar (Bellas Artes se cae, literalmente, a pedazos) y que como peruanos no contamos con una Política en Educación y Formación Artística que articule los esfuerzos y defina las prioridades en este campo. No hay un norte desde el Estado.

Quizás este sea el mejor momento para avanzar en esa dirección. Esto sólo podrá realizarse, si las Escuelas, sus directores y estudiantes, así como la sociedad civil y los representantes del Ministerio de Educación y el Ministerio Cultura le dan a este tema la importancia del caso y logran convertir una crisis en una oportunidad. Ojo, al querer que las escuelas se mantengan vinculadas al Ministerio de Educación no implica que el Ministerio de Cultura no tenga que ver con el futuro de las mismas. Todo lo contrario: los dos vice-ministerios creados (Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, e Interculturalidad) se encuentran directamente relacionados con el futuro de las Artes y, por lógica, la Educación en Artes en el Perú.

Lineamientos y Descentralización

El 6 de Octubre se realizó una reunión en el Museo de la Nación donde – según las notas de prensa y sumamente limitada difusión a pocos días de realizar el evento – se presentarían los Lineamientos del nuevo Ministerio de Cultura. Según algunos de los asistentes, fue una reunión donde se abordaron varios temas, incluido  el asunto de las Escuelas de Arte y la preocupación de que desaparezcan. El Ministro aclaró y se comprometió a que eso no sucedería. Asimismo, se mencionó que se estarían realizando reuniones con los representantes de instituciones como el CONACINE e IRTP en las siguientes semanas. Quienes asistieron mencionaron que la reunión tuvo una gran concurrencia.

Quienes no pudieron asistir por que no recibieron la invitación a tiempo, o viven y trabajan en otra ciudad o región, nunca sabrán de qué se habló en esa reunión, ni a qué acuerdos se llegaron. No contamos con un documento físico o digital oficial que describa estos Lineamientos y que, colgado en la Web del INC o nuevo Ministerio, pueda permitir siquiera estar al tanto de lo que se pretende hacer en esta nueva etapa de desarrollo institucional. Considerando que esta fue la primera presentación dirigida al sector cultural por parte del nuevo Ministro y su equipo, es lamentable que no se hayan tomado todas las consideraciones del caso.

Un video, o audio podría ayudar a hacer que la presentación tenga una mayor vida, mayor impacto y difusión. Sin querer exagerar, un registro audiovisual o digital y su puntual difusión es lo único que garantiza un verdadero compromiso de comunicación intercultural, con el otro; el desconocido, ausente o físicamente distante. En realidad, creemos que la reunión debió haber sido transmitida por Internet. Las nuevas tecnologías nos permiten hacer esto con relativa facilidad. La expectativa del sector cultural – absolutamente válida y justificada - que rodea la creación del Ministerio, y la coyuntura particular de las Escuelas de Arte en ese momento, hubiera atraído la atención física y virtual de un número significativo de personas e instituciones. No tomar esto con la seriedad suficiente es subestimar el trabajo y esfuerzo de miles de personas y asociaciones en el Perú entero.

El problema principal de no contar con un documento oficial de los Lineamientos del Ministerio de Cultura, y en menor medida de un registro de este tipo de presentaciones, es que obliga a que los agentes culturales “confíen” en la palabra de una persona o un equipo. Una buena administración pública no puede partir de esa premisa. Una sociedad civil organizada y responsable no puede acostumbrarse a ello tampoco. Esperamos que los Lineamientos presentados sean difundidos, en un formato que pueda ser compartido fácilmente, muy pronto. Esa información puede servir para informar, articular esfuerzos, lograr sinergias públicas y privadas, y sobretodo iniciar y sostener un diálogo constructivo.

Esta crítica está relacionada con la estrategia anterior de comunicación del Instituto Nacional de Cultura (INC) que el Ministerio de Cultura parece haber heredado. Recientemente se ha mostrado cómo la página Web del INC es en realidad una web dedicada a actividades limeñas. El nuevo ministerio tendrá que desarrollar un sistema comunicacional que integre y articule a sus dependencias regionales, de manera efectiva y acorde con las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Sobre todo, tendrá que diseñar una estrategia institucional de comunicación de-centralizada e intercultural. Creemos que los tiempos, la democracia y la noción de diversidad cultural así lo exigen.

Interculturalidad

Al no tener una idea clara aún de cuales son los Lineamientos específicos del Ministerio de Cultura, todo proyecto o iniciativa desde la nueva institucionalidad caerá en el ámbito de lo circunstancial, y no en el terreno de lo programático. De esta manera seremos forzados a inferir que la política sobre interculturalidad del gobierno actual se resume a pasacalles o celebraciones de las expresiones culturales indígenas. Asimismo, estaríamos guiados a pensar que el gobierno actual limita el aspecto intercultural a un tema de pueblos originarios y grupos indígenas únicamente, dejando de lado temas centrales como el racismo o la discriminación hacia cualquier persona y el ejercicio de cualquier identidad.

¿Cuál es la propuesta de política intercultural del nuevo Ministerio? ¿Ya ha sido definida? ¿Podemos participar en su construcción/definición? ¿Cómo llevaremos eso a cabo? ¿Cuando empezamos? Este tema es de vital importancia. Los aspectos técnicos relacionados al INDEPA y el rol que el Ministerio de Cultura tendrá en asuntos como la promoción del Convenio 169 de la OIT y de los procesos de Consulta Previa son particularmente críticos.

Algunos nos dirán que es muy pronto y que exigimos demasiado. Que sólo han pasado 14 semanas desde la creación del Ministerio y tan solo 6 semanas desde la elección del nuevo Ministro. Creemos que nunca es tarde para preguntar, reflexionar y para expresar. Sino, miren lo que paso con las Escuelas y la falta de comunicación. No podemos partir de una relación entre sector público y privado donde ambas partes se subestiman mutuamente, o donde una se aísla por voluntad propia. Debemos desarrollar una estrategia explícita y conjunta para avanzar inclusiva y democráticamente.

Industrias culturales

Es importante considerar que el nuevo Vice-ministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales genera una expectativa particular en distintos sectores. La gran pregunta que tenemos es ¿Cómo definiremos “industria cultural”? Debemos recordar que este tema no se ha trabajado con profundidad en la institucionalidad cultural anterior. Es un área que estaremos inaugurando con el nuevo vice-ministerio. Y en buena hora. Existen varias preguntas y retos que afrontar.

¿Qué modelo de promoción de industrias culturales impulsaremos? ¿Cómo lograremos desarrollar estrategias verdaderamente efectivas, con  atención a las industrias culturales en todas las regiones del país? ¿Qué política de propiedad intelectual promoveremos? ¿Nos abriremos finalmente al las licencias abiertas y consideraremos la importancia de la cultura libre en la innovación y desarrollo humano? Nos preocupa (mejor dicho, nos aterra) pensar que los responsables sólo escucharán la versión del APDAYC en sus debates internos y decisiones finales.

El campo de las industrias culturales es particularmente complejo. En éste se encuentran lógicas que otorgan valor económico y valor cultural a las cosas. Esta dimensión tiene la posibilidad de generar mecanismos que podrían lograr desarrollos de sectores como la cinematografía y la gastronomía (por nombrar solo algunos), sin precedentes. También tiene el potencial para generar mayor inequidad  en la distribución de recursos para la producción cultural. Sin embargo, se trata de un horizonte de primera importancia en la actualidad y tendrá que ver no sólo con una economía nacional sino con un impacto en el sistema global.

Construir políticas culturales

Coincidimos con el primer Ministro de Cultura cuando dice que la cultura es comunicación. Es por eso que nos animamos a escribir estas ideas. Por ahora, sólo queremos mencionar algunos puntos. Hay mucho más de qué hablar (patrimonio, cultura viva, información cultural, etc.). Por ejemplo, un tema que nos preocupa de manera particular es el tema de lo gobiernos locales y regionales, y su articulación con el nuevo Ministerio de Cultura. La vinculación entre estos distintos niveles de gobierno en el ámbito de la cultura cambiará con un Ministerio. Eso es algo que no hemos previsto y analizado a profundidad. La re-inauguración a cargo del Alcalde de Lima de un Teatro Municipal aún sin terminar, nos da una idea de la vulnerabilidad de la cultura al manejo y aprovechamiento político.

Nos parece importante dar cuenta de que como sector cultural, muchos agentes culturales y asociaciones no estamos (ni hemos estado) satisfechos. Exigimos más de esta nueva institucionalidad cultural y confiamos en que esa expectativa genere reacciones y acciones positivas. Significa que nos interesa y que queremos velar por ella. Para que incluya, para que integre y para que siempre mejore.

Podemos rescatar y mencionar como factores y hechos positivos en estas primeras semanas de este nuevo Ministerio, la participación del Ministro en el Seminario del BID “Cultura y Desarrollo 2010”, cuya énfasis en la necesidad de generar indicadores regionales para la cultura, así como de medir el impacto de la gastronomía como industria cultural (un hecho inédito) ha tenido gran impacto en medios especializados en toda la región. Asimismo, sabemos que el Ministro apoya la creación del Lugar de la Memoria, y vemos señas claras de querer construir infraestructuras necesarias como el Sistema de Información Cultural por parte del gobierno. Nos falta escuchar acerca de los planes de los vice-ministerios, para tener más claro el panorama.

Gestiones anteriores del INC han incumplido varias promesas. Han demostrado un manejo hermético y vertical de políticas culturales implícitas y explícitas. Como sociedad civil tenemos que reconocer que tampoco hemos logrado que se rindan cuentas. Aún no logramos generar un sistema para participar activa y orgánicamente en el Gobierno de la cultura, hacia la construcción de políticas culturales inclusivas y sostenibles.

La buena noticia es que estamos a tiempo. Esto recién comienza.

Artículo de Mauricio Delfín
Director de Culturaperu.org 
21 de Octubre, 2010
.

Comentarios