"Hablo de culturas, no de una cultura. Por el fenómeno de la colonialidad del poder, cuando se habla de la cultura en singular de trata de la cultura occidental criolla; por eso en el mundo oficial y en la clase política peruana la cultura y la política cultural se confunden con la página cultural de un periódico: literatura, cine, pintura, museos, exposiciones y conciertos de Música clásica."
Quisiera anotar algo de suma importancia y es respecto del término "culturas" en vez de "cultura".
Gracias a personas como el señor Rodrigo Montoya Rojas, autor de este artículo o al señor Sinesio López (a quien escuché hablar en el Foro por la creación del Ministerio de Cultura que organizó la Biblioteca Nacional este año) y otros intelectuales peruanos, se conserva esta costumbre nociva de mantener patente la diferencia insalubre entre los peruanos de todas las regiones, provincias, distritos, etc., cuando hay diferencias sanas y explotables, como la comida, la música, la poesía, conversatorios, las danzas que se han ido modificando con el transcurrir de los años o que se han rescatado y permanecen inalteradas, etc., etc., etc.
Me refiero a que, hacer hincapié en que "deberíamos tener un ministerio de culturas" o "un centro de culturas", promueve la diferencia inútil.
Nunca había escuchado ni leído hasta hoy en este diario, que la cultura promovida por el nuevo ministerio sería la occidental colonialista; o lo que yo percibo dicho de esa manera: la de la estética aparentemente efímera y vana de las artes. Esto me parece visto desde el triste lastre del resentimiento y el odio a las formas nuevas que hace 500 años nos trajeron y hasta impusieron. Pero respecto de eso: nada se puede hacer. Incluso, en el Foro del Papel a la Realidad que organizó la UNMSM, Pedro Pablo Alayza alertó largamente, del peligro de seguir sosteniéndonos en el afrancesamiento con el que institucionalmente dio inicio nuestra República.
En el artículo que leí hoy, el autor menciona entre otros componentes, a los museos: como que funcionan y muestran esa cultura occidental colonialista (y por lo tanto inmediatamente rechazable a pesar de que sencillamente es parte de nuestra historia y así de nuestra cultura). Pero en nuestros museos no hay cultura de ese tipo. O ¿será cierto que el Museo Antropológico es lugar de reunión de elementos e ideas únicamente occidentales y coloniales? o que ¿el Museo de la Nación (que particularmente me disgusta en su apariencia exterior) que contiene mucho del valor tangible e intangible de nuestro pueblo que es uno solo y con diversas expresiones, también alberga únicamente ideas y objetos occidentales coloniales?
Señores, en el Perú hay miles de expresiones culturales: idiomáticas, productivas, extractivas, herbolaria, de esparcimiento, de creación artística, formas de negociar, de comunicación entre habitantes, de conservación de elementos, tradiciones, ritos, y un inacabable etcétera. Miles. Todas esas expresiones están adentro de la cultura peruana.
La ventaja de comenzar a hablar de La Cultura Peruana es que nos uniremos más, nos sentiremos más cerca, más compañeros, más identificados, más peruanos. Pero ese anhelo de unión y de sana convivencia se nubla en el horizonte, si se sigue propalando la diferencia inútil y poco saludable.
Estamos ya suficientemente desunidos desde que alguien -por decir lo menos- dijo: "indios acá, blancos allá, cholos para este lado, negros al otro, ricos acá, pobres allá"; "las élites y los de abajo", desde hace 500 años.
Gracias a personas como el señor Rodrigo Montoya Rojas, autor de este artículo o al señor Sinesio López (a quien escuché hablar en el Foro por la creación del Ministerio de Cultura que organizó la Biblioteca Nacional este año) y otros intelectuales peruanos, se conserva esta costumbre nociva de mantener patente la diferencia insalubre entre los peruanos de todas las regiones, provincias, distritos, etc., cuando hay diferencias sanas y explotables, como la comida, la música, la poesía, conversatorios, las danzas que se han ido modificando con el transcurrir de los años o que se han rescatado y permanecen inalteradas, etc., etc., etc.
Me refiero a que, hacer hincapié en que "deberíamos tener un ministerio de culturas" o "un centro de culturas", promueve la diferencia inútil.
Nunca había escuchado ni leído hasta hoy en este diario, que la cultura promovida por el nuevo ministerio sería la occidental colonialista; o lo que yo percibo dicho de esa manera: la de la estética aparentemente efímera y vana de las artes. Esto me parece visto desde el triste lastre del resentimiento y el odio a las formas nuevas que hace 500 años nos trajeron y hasta impusieron. Pero respecto de eso: nada se puede hacer. Incluso, en el Foro del Papel a la Realidad que organizó la UNMSM, Pedro Pablo Alayza alertó largamente, del peligro de seguir sosteniéndonos en el afrancesamiento con el que institucionalmente dio inicio nuestra República.
En el artículo que leí hoy, el autor menciona entre otros componentes, a los museos: como que funcionan y muestran esa cultura occidental colonialista (y por lo tanto inmediatamente rechazable a pesar de que sencillamente es parte de nuestra historia y así de nuestra cultura). Pero en nuestros museos no hay cultura de ese tipo. O ¿será cierto que el Museo Antropológico es lugar de reunión de elementos e ideas únicamente occidentales y coloniales? o que ¿el Museo de la Nación (que particularmente me disgusta en su apariencia exterior) que contiene mucho del valor tangible e intangible de nuestro pueblo que es uno solo y con diversas expresiones, también alberga únicamente ideas y objetos occidentales coloniales?
Señores, en el Perú hay miles de expresiones culturales: idiomáticas, productivas, extractivas, herbolaria, de esparcimiento, de creación artística, formas de negociar, de comunicación entre habitantes, de conservación de elementos, tradiciones, ritos, y un inacabable etcétera. Miles. Todas esas expresiones están adentro de la cultura peruana.
La ventaja de comenzar a hablar de La Cultura Peruana es que nos uniremos más, nos sentiremos más cerca, más compañeros, más identificados, más peruanos. Pero ese anhelo de unión y de sana convivencia se nubla en el horizonte, si se sigue propalando la diferencia inútil y poco saludable.
Estamos ya suficientemente desunidos desde que alguien -por decir lo menos- dijo: "indios acá, blancos allá, cholos para este lado, negros al otro, ricos acá, pobres allá"; "las élites y los de abajo", desde hace 500 años.
Ya va siendo hora de querer encontrarnos, de vernos y de ser peruanos unidos en una gran cultura enorme, milenaria y llena de recovecos y sorpresas maravillosas y totalmente saludables. avvz.
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