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Terremoto desarrollista en Perú (Parte 1) El Parque Cuadros y sus columnas de mármol rosado. Un antiguo regalo de aniversario: demolido.

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Ocurrió en la madrugada del lunes 26 de abril. Obreros de la municipalidad de Chorrillos cerraron accesos al parque y levantaron una cerca para iniciar trabajos de remodelación en el Parque Cuadros...

Parece que llegan al gobierno con el reto de quedarse el mayor tiempo posible y gritando el lema ¡Destruir! ¡Destruir!

En Lima tenemos alcaldes que repiten gobiernos y no solo roban durante esos continuos años nuestro dinero, sino que lo invierten en obras como el METROPOLITANO, obras que se sabe a ciencia cierta que son  inútiles, irracionales, estúpidas, ilógicas, mal proyectadas, mal diseñadas, sino que deciden no abrir la boca para no pecar en hablar de obras mal ejecutadas y por ende de malos manejos presupuestales.

Hay alcaldes que diariamente echan toneladas de basura al mar de la costa verde limeña, sitios que además sirven para albergar delincuentes viciosos y altamente peligrosos (que seguramente deben pertenecer a la lista de electores).

Hay alcaldes que están contra ferias como la del libro.

Hay alcaldes que odian los parques y jardines, que desprenden árboles centenarios de maravillosos paisajes apaciguadores y que pavimentan todo con cemento, concreto, adoquines y asfalto. Esos mismos alcaldes pintan de colores "elegantes" los dispositivos de alumbrado público y los tachos de basura. Color elegante es plateado, pues.

Hay alcaldes que odian el silencio y la armonía entre los habitantes de los distritos que gobiernan. 

Hay alcaldes que prohíben que se lleven a cabo añejas celebraciones tradicionales y que luego montan con nuestra plata sus propias fiestas denigrantes y embrutecen -no gratuitamente- al pueblo, mientras se soban las  lujuriosas y avaras manos embarradas.

Hay alcaldes que erigen monumentos de espanto en vías públicas: grupos de elefantíasicos adefesios monocromáticos y carentes de cualquier armonía.

Hay alcaldes que transforman espacios Patrimonio Nacional en pestilentes y ruidosísimos centros de comercio que a su vez, cambian la imagen del espacio afeándola lo más posible: cual reto.

Hay alcaldes y gobiernos ediles que no tienen ni la más puta idea de en qué invertir el dinero que tienen y hacen fiestas, borracheras, bacanales y contratan prostitutas y bandas musicales sin ética, o sea inmorales.

Hay alcaldes que prohíben el consumo de tabaco en cualquier local público, mientras ellos consumen otras drogas que sí son ilegales y que de paso, son vicios que también nos cuesta mantener como contribuyentes. Primero que dejen la cocaína y después que prohíban cosas.

Hay alcaldes que no hacen ni lo más mínimo para recuperar espacios tomados por bandas delincuenciales permanentemente drogadas y que matan gente con una facilidad escalofriante, a cualquier hora del día.

El Instituto Nacional de Cultura debería monitorear sin pausa a los medios para estar al tanto de tantos atentados que se cometen contra el patrimonio de todo tipo y que no necesita de registro para ser respetado. En el caso actual, podrían haber enviado inmediatamente a un perito para, por lo menos, demandar al alcalde de Chorrillos, Miyashiro.

¿Solo si se bajaran los próximamente inexistentes Macchu Picchu o Chanchán, ahí si reaccionaría cada peruano, no? ¿Saben qué dicen algunas ilustres autoridades peruanas? "En Macchu Picchu debería permitirse el ingreso de 10 mil visitantes diarios".


Continuaré.

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