Al día siguiente de la triste muerte de Alejandro Romualdo, me permití hacer una sencilla selección para un recital colectivo en Antares (el 12 de junio del 2008) y para el que estaba invitada. Hubo muy buenos exponentes esa noche y mi humilde selección de poemas, fue hecha con la intención de reclamar y hacer un recordatorio de lo que somos los poetas. Al frente y brillantes en realidad, estuvieron Florentino Díaz y Alberto Angulo.
Y me pongo a pensar ¿cuántos somos poetas o artistas de algún tipo? Habemos muchísimos, incontables personas con alguna clase de arte. Soy poeta y soy artista sólo porque lo creo y desde que lo puedo sentir y decir. Todos pueden opinar lo contrario, pero, la cuestión es que como quiera que sea, los artistas y los poetas existimos desde antes de morirnos.
Los poetas comunicamos, ponemos en evidencia, promovemos el sentir de los seres, los alimentamos, provocamos la identificación de la gente y el entendimiento o -por lo menos la reflexión- sobre su propia existencia.
Los poetas, algunos, tal vez, en algún momento deseamos morirnos: Pero No Estamos Muertos.
No dejemos que nos maten antes de tiempo, como han hecho con tantos, innumerables, como Romualdo.
Si me quitaran totalmente todo, de Alejandro Romualdo... inolvidable gran poeta al que le quitaron el cuerpo y sigue aquí recitando
SI ME QUITARAN TOTALMENTE TODOSi me quitaran totalmente todo
si, por ejemplo, me quitaran el saludo
de los pájaros, o los buenos días
del sol sobre la tierra,
me quedaría
aún
una palabra. Aún me quedaría una palabra
donde apoyar la voz.
Si me quitaran las palabras,
o la lengua,
hablaría con el corazón
en la mano,
o con las manos en el corazón.
Si me quitaran una pierna
bailaría en un pie.
Si me quitaran un ojo
lloraría en un ojo.
Si me quitaran un brazo
me quedaría el otro,
para saludar a mis hermanos,
para sembrar los surcos de la tierra,
para escribir todas las playas del mundo, con tu nombre, amor mío.
(De Edición extraordinaria)
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Para conocer más de Romualdo, este es un sitio sumamente recomendable:Blog de Camilo Fernández. Metáfora y orden conceptual en La Torre de los Alucinados (1945 - 1949), de Alejandro Romualdo.
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